Vuelvo para explicar por qué no vuelvo (todavía)
Porque me encontré con experiencias nuevas que todavía no puedo articular. En suma: dejé de sufrir y me aburro. Y no sé bien qué decir.
Porque ya me agota la amargura, ese deporte más argentino todavía que el fútbol.
Porque me puse a armar con un amigo un proyectito político a ver si el mundo mejora.
Porque me compré una novela de 860 páginas y la estoy leyendo, y cuando la termine me voy a comprar una de 1000 y también la voy a leer.
Porque no puedo parar de revolver librerías.
Porque me da tanta bronca el escándalo Valfierno que preferiría escribir sobre Valparaíso pero es un lugar que desconozco.
Porque me gustaría seguir con aquel tema que dejé pendiente pero la bibliografía que quiero consultar está en mi biblioteca y me da fiaca caminar desde la PC hasta ahí.
Porque me gustaría renovar el weblog con nuevos enlaces, y además me encantaría que los mismos fueran en forma de ventana que se abre y que se cierra, pero me fatigo de sólo pensar en ponerme a estudiar tutoriales de HTML.
Porque el 16 presento otro libro y el editor quiere la lista de invitados cuanto antes y se me viene encima un infierno de peluquería, llamadas telefónicas, ropa nueva, gente y más gente que no quiero ver y tampoco quiero beber para soportarla.
Y justo la gente que quiero ver no está nunca.
Porque decidí finalmente terminar la Facultad, rindo dos materias el 17 de diciembre y estoy haciendo una investigación a lo Poirot para dar con una de mis profesoras, que parece haber sido abducida por un OVNI o raptada por un ángel de Xul Solar.
Porque me leí todo y me quemó el cerebro (síndrome quijotesco de pre-examen).
Porque escribí un post muy bonito pero es sobre la nada, sobre el dolor de no ser que es mi tema recurrente, y me da vergüenza insistir en un tema tan adolescentoide.
Porque si bien a lo mejor la nada no es un tema adolescente sino el tema moderno por excelencia, necesito más información para escribir algo al respecto que no aburra.
Porque la mejor frase que me salió hasta ahora es "la vida transcurre entre la nada de mi soledad y lo siniestro de los otros: soy un muerto vivo entre autómatas" y me parece una frase ridícula precisamente por su falta de humor.
Al final escribí nomás un post sobre la nada.
La nada, esa situación donde se ofrecen infinitas posibilidades pero no se realiza ninguna. La nada es innadable. Mejor no donarle más sangre, mejor no darle nada.
Algo vendrá.